¿Cuáles son las consideraciones más importantes en el proceso de fabricación de sujetadores forjados en frío?

Actualización:01 Dec
Uno de los puntos más valiosos a considerar en una explicación detallada del proceso de fabricación de sujetadores de partida en frío es el procedimiento paso a paso involucrado en el encabezado en frío.

El primer paso del proceso es la adquisición de las materias primas, que normalmente son alambrón metálico. Estos alambrones están hechos de diversos materiales, como acero, acero inoxidable, aluminio o latón, según los requisitos específicos del sujetador que se produce. Se inspecciona la calidad de los alambrones y luego se cortan en longitudes adecuadas para el tamaño de sujetador deseado.

El siguiente paso es la preparación de los alambrones para el embutición en frío. En esta etapa, los alambrones se someten a un proceso de limpieza para eliminar impurezas o contaminantes de la superficie. Esto es crucial ya que cualquier impureza puede afectar negativamente la calidad y resistencia del producto final. Una vez que los alambrones están limpios, se pasan a un proceso de lubricación. Se aplica un lubricante adecuado a los alambrones para reducir la fricción y facilitar el proceso de partida en frío.

Después de la etapa de preparación, los alambrones se introducen en la máquina de estampación en frío. La máquina consta de varias estaciones, cada una de las cuales realiza una función específica. La estación inicial corta los alambrones a la longitud deseada para el sujetador. A continuación, los alambrones se transfieren a una estación donde se utiliza una matriz para darles la forma requerida a los extremos de las varillas, como la cabeza de un tornillo o la cabeza de un perno.

Las varillas moldeadas luego se mueven a la siguiente estación, donde ocurre la operación de rumbo en frío. En esta etapa, el metal se deforma y se comprime hasta darle la forma final del sujetador. Esto se logra sometiendo el metal a una presión extrema entre dos matrices. Los troqueles tienen cavidades que se asemejan a la forma del sujetador deseado y, a medida que el metal se comprime, adquiere la forma de los troqueles.

Una vez que se completa el proceso de estampado en frío, los sujetadores se someten a una operación de recorte. Esto implica eliminar cualquier exceso o material no deseado del sujetador. Luego, los sujetadores recortados se trasladan a una estación donde se someten a un proceso de tratamiento térmico para mejorar sus propiedades mecánicas, como resistencia y dureza.

Después del tratamiento térmico, los sujetadores se limpian para eliminar cualquier residuo o residuo de lubricante. También pueden someterse a operaciones de acabado adicionales, como revestimiento o enchapado, para protegerlos de la corrosión o mejorar su apariencia.

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